martes, 4 de abril de 2017

Pequeñas observaciones matutinas

Cada mañana, a las siete, acompaño a Blanca a su trabajo, en Rambla Catalunya-Diputació; bajamos andando, y andando vuelvo a subir, a paso rápido, pero procurando no bracear demasiado, como hace Rajoy... una horita justa, el doble de lo que recomiendan para no entrar en la peligrosa categoría de los sedentarios... mientras bajo, vamos hablando de cualquier tema organizativo, sea doméstico, sea laboral -suyo, por supuesto-, pero, al subir solo, me dedico a una de mis tareas favoritas: observar: ¿Que qué observo...? gentes y cosas; de las cosas hablo con frecuencia; hoy lo haré de las gentes...

El Lector Solitario; va vestido de contratista americano en Irak; M65 negra, gorra de beisbol negra... baja con la vista fija en un cacharro, no sé si e-book o tablet: sólo se detiene -eso sí, rigurosamente- en los semáforos... desde que lo veo ha tenido tiempo de leerse entera "A la búsqueda del Tiempo Perdido", aunque, a lo peor, sólo lee el número diario del "Sport", nunca se sabe...

La Alegre Latina: gordota y con unas mallas increíblemente ajustadas, habla por el móvil sin parar, gesticulando y sonriendo... ¿con quién hablará..? con su Tierra, ni pensarlo; allí estarán entonces en el primer sueño... ¿Un novio cuantitativista y simpático, como ella...? ¿Una amiga, a la que siempre tiene nuevas aventuras de contar...? ver gente tan alegre a las siete y media te levanta el ánimo...

El Hipster del Culo Prieto: es menudito, con la barba rubia cuidadosamente recortada, un chaquetón azul marino cruzado, como de lobo de mar menudito... anda muy rápido, con el culo muy prieto, y taconeando con unos zapatos negros bien lustrados....

El islamista Radicalizado: se distingue fácilmente del hipster porque lleva chilaba y se ha afeitado el bigote: éste también habla con el móvil, a gritos, como si estuviese intentando convencer a un amigo para que se sume a la Yihad, y el otro le contestase que para este fin de semana ya tenía plan... ahora que caigo, hace días que no lo veo... o lo han pillado los mozos en una redada, o se ha ido a inmolarse a Mosul... o ha caído en una profunda crisis de identidad, se ha afeitado del todo, y se ha entregado a los ilícitos placeres del Navidul...

Personal diverso del ramo de la Construcción: uniformados -pantalones con refuerzos, botas de seguridad, manchas de yeso...- esperan en la puerta de las obras a que llegue el capataz, para enganchar... los hay de todos los países, incluso de aquí... la auténtica Internacional, hoy por hoy, es la de los currantes, sin nadie que les ofrezca ni la menor esperanza de emancipación... "¿de dónde saldrá el martillo, verdugo de esta cadena...?"

Chicos y chicas jovencitos, muy jovencitos, con pintas de ir al colegio... las chicas, en uniforme de colegio de monjas, como el que usa Bernardette para poner más cachondo aún a Wollowitz: los chicos, bambas sin calcetines, pantalones cortos, hoodies con la hood puesta y skateboard debajo del brazo...

Homelesses varios: alguno duerme sobre un banco, envuelto uno en una manta fucsia de forro polar: otro está ya levantado: lleva una gran bolsa de viaje, como si fuese un turista mochilero esperando a que le abran el hostel; pero te das cuenta de que lo has visto ya varias veces, y sospechas que ha emprendido un viaje a ninguna parte...

César, un compañero de trabajo, del trabajo de cuando yo trabajaba... siempre amable, me saluda, pero me mira como los activos miran a los jubilados, que no es muy distinta de la forma en que los vivos miramos a los fantasmas...

El Loco Que Habla Solo: mucho cuidado: puede ser, simplemente, que hable por un móvil con el "sin manos": pero te das cuenta de que no se ven cables por ningún sitio... una víctima más de la colusión entre la Antipsiquiatría y el Asalto al Estado del Bienestar: los enfermos mentales deben integrarse en la Sociedad; muy bonito, si tienen una familia que les apoye y les recuerde que deben tomarse la pastilla... los que no, a la p... calle.... Por lo menos, antes, las monjitas los tenían lavados, peinados y comidos, aunque les atasen las manos si les daba -que siempre les daba- por tocársela...

Ciclistas por el paseo central; está prohibido, pero, en un país en que las más altas instancias se pasan por el forro al Tribunal Constitucional, calculad el respeto que se le pueden tener a las Ordenanzas Municipales... además, los guardias urbanos, que están de culo con la alcaldesa comunita, si los viesen pasarían por completo... queremos construir la Dinamarca del Sur, pero sin daneses, con salvajes y anárquicos hispanos que, encima, no se dan cuenta de lo que son... aunque, bien mirado, visto lo que votan, ni siquiera los daneses de ahora son aquellos que yo admiraba... la crisis de la Socialdemocracia nos ha dejado sin mitos; hasta las mozas se habrán vuelto más estrechas, seguro...

La Señora Rubia de Toda la Vida: nos la encontrábamos en el autobús hace más de veinte años: me dice Blanca que tiene un kiosko cerca de su trabajo. me resulta tan familiar como yo le debo resultar a ella: un día la saludaré...

La Muchacha de las Piernas Infinitas: más de metro setenta. Cada pierna; la chica, mucho más. Encima, va con tacones... me sirve de liebre; la veo delante mío, intento seguir su paso, pero con esas zancadas, imposible... la veo perderse en la lejanía, y yo con la lengua fuera...

El Pobre Madrugador Que Se Cambia de Acera: de hecho, ya está en su puesto de trabajo a las siete, cuando bajamos: los días en que no está, seguro que ha elegido la acera de enfrente de la Diagonal. Usa un gran cartel de cartón, donde explica, como cabía esperar, desgracias...

Mi Amigo Chamarilero. Brocanter, en Catalán, suena más fino; creo que ya ha ascendido a la categoría, mucho más honrosa, de Anticuario. Veranea también en Boltaña, su hermano y su mujer son amigos nuestros de toda la vida... su tienda es una pequeña maravilla, llena de cosas que le compraría, pero Blanca me tiene muy limitada la autonomía a la hora de volver a casa con un teléfono negro, un paquete de tebeos, o un diente de diplodocus... "pongos", los justos...

El Kioskero Que Me Retiró el Saludo, cuando dejé de comprar "El País"; él y su jefe -o padre-, a los que cada mañana se lo compraba, se lo tomaron como una afrenta personal: me supo muy mal, porque eran -supongo que siguen siéndolo- gente encantadora. Pero no me saludan ni a tiros... nuestra amistad fue una víctima más de la indescriptible deriva ideológica de PRISA y Juan Luís Cebrián... otros han perdido más...

La Chica Guapa de la Primitiva: tiene la lotería del pasaje: le he comprado la Primitiva durante años, y aún lo sigo haciendo de vez en cuando, aunque ahora -codicioso como soy- sólo compro cuando hay bote gordo, o los euromillones, para ejercer de europeísta en estos tiempos tan necesitados... ella sí me saluda, aunque ya no soy tan habitual como antes....

La Compañera del Taichi; reciente adquisición: al gimnasio viene siempre impecablemente equipada, aunque allí predomina lo oriental-casual; la primera vez que me la encontré en la calle, por lo visto me saludó y yo no me enteré; va tan impecable como al gimnasio pero, claro, en otro estilo... iba a decirle "Perdona, pero no te reconocí vestida...", pero me di cuenta a tiempo de que podía sonar un tanto equívoco...

Llego a casa, y aún hago diez minutos de mancuernas: sigo el consejo de mi personal trainer argentino, hace ya unos años, que me dijo: "Los viejitos.... esto... los señores de su edad, también tenés que muscular... algo...."; noventa de bíceps, treinta de dorsales y pectorales; para aprovechar el tiempo, cuento en Alemán: "Ein und zwanzig, zwei und zwanzig..."  si aún así estoy como un tocino, es que es genético, lo siento, yo no puedo hacer más...






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